“Tratamos la digitalización como los cimientos de la política social del futuro y como pieza clave de la sanidad”
Si de algo sabe Rocío Mosquera es de salud y lo hace desde todos los puntos de vista posibles. Médico, especialista en cirugía general, de formación siempre estuvo interesada en la gestión y convencida de la colaboración público-privada. Ello le ha llevado a ocupar puestos en la administración sanitaria y con responsabilidades en equipos de gestión hasta llegar a ser gerente del Servizo Galego de Saúde (Sergas) y conselleira de Sanidade e impulsar la creación del Cluster Saúde de Galicia, CSG. También tuvo tiempo para gestionar un hospital privado y, actualmente, ocupa la gerencia de Galaria, empresa pública del sector sanitario, y la presidencia del CSG. Sin duda, pocas veces podremos hablar con una persona con una visión tan 360º.
Cuando le preguntamos por momentos clave en el desarrollo del ámbito en nuestra comunidad, llama la atención que Mosquera ha estado presente, a un lado o a otro, en todos ellos. Habla en primera persona y con conocimiento de causa de todos ellos. “Me cuesta cambiar de sombrero del ámbito público al privado, pero en cualquiera de los dos mundos me he sentido muy cómoda y siempre he intentado aportar”, reconoce.
El Cluster Saúde de Galicia es una pieza clave en nuestra región en todo lo relacionado con la salud. Es una entidad con larga trayectoria.
El CSG se creó en el año 2011 y nació de una manera anómala respecto al resto de los clústeres de Galicia, ya que lo hizo de la mano de la administración pública. Y es lógico que fuera así: en España, la sanidad es eminentemente pública y mucho más en Galicia, en torno al 90% de la actividad proviene de este sector. La administración sanitaria deseaba conocer el potencial de la industria de su ecosistema y contribuir a su desarrollo. Ese fue el punto de partida y, desde entonces, nos hemos esforzado en mejorar y crecer con el propio sector sanitario y sociosanitario.
Es un clúster que nace de la iniciativa pública, pero que promueve la colaboración público-privada, ¿verdad?
Es que eso es fundamental. Debemos fomentar ambos sectores y que los dos sumen esfuerzos para llegar al máximo nivel de nuestro potencial.
Hay que tener en cuenta que nuestro entramado empresarial está muy disperso y es muy importante contar con un clúster en el que estén representadas las empresas y otras entidades del ecosistema de salud, entendido esto en su concepto más amplio y transversal, y fomentar el trabajo conjunto.
En ocasiones, el sector público de salud ayudó a impulsar un sector empresarial privado competitivo. ¿Cómo se ayudaron ambos sectores?
Nuestro objetivo conjunto fue, y es, poner en valor nuestra industria de la salud. Hubo enormes esfuerzos en este sentido que han dado grandes frutos.
Por ejemplo, en los momentos más crudos de la crisis del 2008/2011, se consiguió un proyecto de 90 millones de euros destinados a compra pública innovadora (CPI) y que derivó en la creación del Living Lab de Ourense, LabSaúde y muchos otros proyectos. Con esto conseguimos impulsar, al mismo tiempo, un importante desarrollo empresarial de la comunidad CSG.
La historia clínica electrónica o la receta electrónica son hitos muy importantes también. Pero este impulso a la CPI supuso innovar en las compras y abrir una nueva forma de relacionarnos con las empresas. Esta apuesta del Sergas por la CPI ha sido reconocida con el Iº premio de contratación publica de innovación del European Innovation Council (EIC).
Posiblemente este clúster, como la propia salud, sea uno de los que tienen un enfoque más transversal…
Sin duda. El mundo de la salud es claramente global y podemos integrar a empresas diversas. Desde el sector de la alimentación, uno de los motores básicos de la salud, hasta las empresas de cuidados sociosanitarios, que tienen cada vez un mayor peso en el CSG. Y así debe ser, dado el envejecimiento de nuestra sociedad.
Además, son vitales las empresas tecnológicas. Esto se debe a que sus soluciones y productos son las herramientas fundamentales para dar respuesta a las demandas presentes y futuras de salud. Sin ellas sería simplemente imposible.
Y, 10 años después del matrimonio entre sector privado y público, ¿cómo definirías la relación?
Una relación bien avenida, y ahora más que nunca, por eso promovemos convenios de colaboración en todos los campos: sanitario, social, industria, medio ambiente, educación, etc.
Quizás otros clústeres pueden limitarse a un entorno privado, pero, desde luego, eso no ocurre en la salud. Nosotros somos muy transversales, en agentes y en enfoques, y en el futuro esta tendencia será aún mayor ya que la salud, cada vez más, tiene un enfoque holístico.
Por ello, en el CSG llevamos tiempo aplicando el concepto One Health donde se entiende que la salud humana se ve afectada por la salud ambiental y animal. Por tanto, el bienestar animal, la salud del planeta y nuestra propia salud están interrelacionadas. Todo ello es inseparable y debe tener cabida en el Cluster Saúde de Galicia para realmente tener una visión completa. Cuidando a las personas, cuidamos al planeta; y, cuidando al planeta, mejoras la salud y el bienestar de las personas.
Entonces, ¿podemos decir que el verdadero reto es poner límites a vuestra labor?
Lo cierto es que esa es una cuestión que nos hizo reflexionar. Fue en el año 2019 cuando se inició la elaboración de un nuevo plan estratégico para decidir qué queríamos ser y dónde debíamos centrar nuestras acciones, para así no perder foco y centrarnos en las necesidades del ecosistema de salud gallego.
Si dejamos otras cuestiones al margen y ampliamos el concepto de salud a los cuidados, como ya hacen otros países europeos, desvinculándolo del binomio enfermedad/cura, ya se amplía mucho la visión.
Y esto ya no es una opción. Es obligatorio valorar y trabajar en el ámbito de los cuidados. El envejecimiento de la población plantea nuevos retos en este sentido, pero nosotros vemos este escenario como una oportunidad de trabajo muy importante.
Estamos completamente convencidos de que si hablamos de Silver Economy, Galicia tiene mucho que decir, somos una comunidad de referencia. De hecho, Galicia es una región clasificada como Reference Site europeo con la máxima puntuación (4 estrellas), dada la cantidad de proyectos sobre vida saludable y envejecimiento activo en colaboración público-privada. Por tanto, estamos seguros de que Galicia es el mejor sitio para vivir y envejecer de manera activa y saludable.
Somos una referencia para el estudio de esta situación y de cómo dar respuesta a los retos futuros. Tenemos las condiciones demográficas y las necesidades que tendrá Europa en el año 2050. Somos un espejo en el que mirar la evolución que tendrán todos nuestros países vecinos en poco tiempo.
Esto nos abre un sinfín de posibilidades comerciales. Las empresas pueden desarrollar productos y soluciones que se pueden probar en el entorno sociosanitario de nuestra comunidad y que luego pueden ser exportables.
¿Y esto ya está ocurriendo?
Sí, esto ya se está haciendo, es una realidad y es una oportunidad tremenda para nuestra industria del ecosistema salud. Estamos en el escenario ideal para probar los productos y soluciones que permitan dar respuesta a las necesidades de la población mayor. Es un reto que nos une a todos y, aquí, la tecnología y la digitalización de los procesos es crucial.
“La digitalización es nuestro core y es imprescindible que así sea si queremos prestar los servicios y atenciones necesarios a nuestros mayores desde un punto de vista sostenible”
¿Qué peso tiene la digitalización en la estrategia del CSG?
Nosotros trabajamos la digitalización como los cimientos de la política social del futuro y como pieza clave de la sanidad. Podríamos decir que la digitalización es nuestro core y es imprescindible que así sea si queremos prestar los servicios y atenciones necesarios a nuestros mayores desde un punto de vista sostenible.
No podemos olvidar que somos de las regiones con una mayor esperanza de vida, lo cual se debe, entre otras cosas, a nuestra cobertura sanitaria. Pero, además, tenemos una población mayor y muy dispersa. En este escenario, la única forma de llegar a todos y cuidarlos como se merecen es haciendo uso de la digitalización.
Ahí la asociación con DATAlife puede aportar a ese gran esfuerzo que estáis haciendo, ¿no es cierto?
Queremos sumar, integrar, escuchar y llegar más lejos. Esto nos lo permite el estar como socios fundadores en un DIH como DATAlife.
Debemos romper con los miedos ancestrales de las empresas a asociarse, a compartir y colaborar. Escucharnos y unirnos es la clave para llegar más lejos, y esto es lo que nos permite estar con vosotros, llegamos a otros agentes y empresas. La digitalización ya era parte fundamental del Cluster, pero ahora, con este tipo de asociaciones, podemos ampliar mucho más nuestra red.
Hay sectores muy importantes para vosotros y para nosotros. Esas sinergias son cruciales.
Y de todos esos sectores en los que se subdivide el ámbito de la salud, ¿hay alguno de ellos en Galicia que esté despuntado?
Sin duda, el biotecnológico tiene una enorme proyección. Y todo ello a pesar de que está basado en un gran porcentaje en pymes, incluso micropymes. Tenemos poco tejido de gran empresa, incluso de mediana empresa.
Por eso, llegado este momento de excelencia y de alta competitividad, creo que es importante propiciar ese crecimiento en tamaño. Y digo ahora porque, con los fondos europeos, hay que dar ese salto para ser un referente en innovación.
Queremos promover esta colaboración y esta búsqueda de sinergias, creo que es lo que nos falta para destacar definitivamente. Unir lazos, compartir y no competir, y rentabilizar la enorme labor de investigación que se está llevando a cabo en las universidades, en el sector académico.
Pero otros sectores también son muy importantes, como ya mencionamos, por ejemplo, el de la alimentación o el tecnológico, sin olvidar el sociosanitario, fuertemente representado en el CSG.
¿Aumentar el tamaño de nuestras empresas o buscar esa colaboración es importante a estas alturas?
Es que es muy difícil que una empresa pequeña tenga un departamento de investigación competitivo o un departamento de innovación con suficientes recursos. No tiene músculo suficiente para ello.
Es por ello que debemos ser los clústeres los que tengamos que facilitar esta colaboración y apoyar el proceso de internacionalización, con el liderazgo y la tracción de las empresas más grandes.
Vosotros como Cluster Saúde de Galicia tenéis una visión privilegiada del negocio de la salud. ¿Cómo nos veis en relación a los vecinos?
Somos tremendamente competitivos en Europa, se nos tiene en cuenta y somos un referente en muchos aspectos. Actualmente, el CSG cuenta con alianzas a nivel nacional e internacional con otros clústeres o entidades de naturaleza similar a la nuestra. Por eso, cuando hablamos de colaboración, queremos ser un ejemplo. Juntos sumamos y somos mucho más fuertes.
Y, en este sentido, ¿qué retos os planteáis a corto/medio plazo?
Nuestro mayor reto ahora mismo es conseguir el mayor número de fondos europeos para nuestras empresas. Somos la oficina técnica de los fondos NEXT GENERATION GALICIA HEALTH que incluyen el PERTE para la salud de vanguardia. Nuestro rumbo lo marcan sus tres líneas: salud vanguardia (terapias avanzadas), medicina personalizada de precisión y digitalización.
Por eso es tan importante la digitalización, porque es la herramienta vertebradora que nos va a permitir llegar a todo lo demás. La gestión de datos, el análisis de la información, la Inteligencia Artificial… todo ello es crucial para llevar la salud a un nuevo nivel de servicios.
Finalmente Rocío, tú como profesional, ¿cómo ves los servicios de salud en el futuro no muy lejano?
Tengo muy claro que la salud debe transcender del tratamiento de las enfermedades y centrarse en la prevención y la promoción de los estilos de vida saludable y debe pivotar en torno a los cuidados. La medicina personalizada y de precisión no es el futuro, es ya el presente. Y no solo en patologías agudas, sino para patologías crónicas y para mayores de 65 años. El futuro está en la llamada economía de los cuidados.
Pero no se pueden tomar decisiones de manera unilateral, los mayores no son ya personas a las que tutelar. Son individuos capaces que saben cómo quieren ser atendidos, reclaman autonomía y libertad de elección. Por eso, el CSG está integrando a las asociaciones de pacientes. Las empresas y las administraciones públicas tienen que escucharlos, dan información valiosísima de sus necesidades. Nos los tomamos muy en serio y son una pieza fundamental en la hoja de ruta del CSG.