“Nuestra prioridad es que las empresas entiendan lo útil que puede ser la supercomputación para su labor diaria”
Tener socios fundadores como CESGA (Centro de Supercomputación de Galicia) es algo que nos llena de orgullo y que nos permite presumir de contar con una de las piezas más importantes en esto de la digitalización en Galicia. Hoy hemos tenido la suerte de poder hablar con Mauro Fernández, su director gerente. Acaba de cumplir tres años en el puesto directivo a lo que suma una larga trayectoria profesional previa en la administración y en la empresa privada. Toda esta experiencia hace que tenga una visión privilegiada de nuestro ecosistema empresarial y le hemos pedido que hoy la comparta con nosotros.
Este responsable se encuentra a la cabeza de uno de los centros de supercomputación más importantes de España y de Europa. Y es que, aunque para muchos esto siga sonando a “ciencia ficción”, la computación de altas prestaciones es una de las piezas clave en el proceso de digitalización. Para romper con esta sensación, CESGA nos ha explicado qué hacen en este centro y cómo se lleva todo este desarrollo a la calle.
Para los pocos que aún no os conozcan, ¿puedes explicarnos de manera simplificada qué es CESGA?
Pues podríamos resumir diciendo que somos el Centro de Supercomputación de Galicia, una fundación pública sin ánimo de lucro. Somos un centro de cálculo intensivo y de comunicaciones de altas prestaciones, así como de servicios avanzados que nació hace ya muchos años (1993) como iniciativa de la Xunta de Galicia y del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).
Desde su nacimiento CESGA tuvo clara su vocación de contribuir a la sociedad y, por ello, se fundó con la misión de sumar al avance del conocimiento científico a través de la aplicación de la computación y las comunicaciones de altas prestaciones.
Lo nuestro es el cálculo intensivo, el uso óptimo de los datos, las comunicaciones avanzadas y el desarrollo de las TIC en el campo del I+D+i.
Todo ello aporta mucho valor en el proceso de desarrollo tanto de centros de investigación, como al sector productivo.
Supongo que esto de ser una fundación sin ánimo de lucro os hará situaros en un plano más “neutro” de cara a las empresas interesadas en soluciones de supercomputación.
Desde luego podemos presumir y demostrar que somos completamente transparentes en nuestro trabajo, en nuestros procesos y en el papel que jugamos para nuestros clientes y usuarios.
Sin duda es cierto que nuestra naturaleza no nos permite competir y por ello nuestros precios están ajustados a cubrir gastos, por lo que no tenemos ambiciones económicas de otro tipo. Esto nos permite centrarnos en nuestro papel: contribuir a crear y hacer crecer nuestro ecosistema.
Sois un puente entre el ámbito académico y el empresarial, ¿verdad?
De cierta forma sí, somos unos privilegiados por poder tener un pie en ambos mundos y, en buena parte, en eso reside nuestra riqueza. Trabajamos con centros de investigación, centros tecnológicos y empresas, un público muy variado que son los eslabones de una cadena de desarrollo de valor con el que nos gusta mucho trabajar y al que tenemos mucho que aportar.
¿Y quienes trabajáis en CESGA?
Bueno, si por algo nos caracterizamos en nuestra organización es porque, además de tener un público objetivo muy variado, también tenemos perfiles profesionales de todo tipo. Junto a ingenieros, doctores, físicos, químicos o matemáticos, también contamos en nuestro equipo con filólogos o arqueólogos. Y es que, para nosotros, es primordial tener a profesionales especializados y diversificados para atender todo tipo de demandas, prueba de ello es ahora nuestra apuesta por la digitalización también de las humanidades.
Además, CESGA es un centro de supercomputación veterano dentro de la Red Española de Supercomputación (RES), no debe haber muchas regiones con un centro con vuestra trayectoria.
Sí, formamos parte de la Red Española de Supercomputación que cuenta actualmente con 14 instituciones a lo largo de todo el país. Además, podemos presumir de ser el segundo en importancia, justo por detrás del Centro Nacional de Supercomputación, de lo cual estamos muy orgullosos.
Tener esta visión global de nuestro país y de Europa, participando en proyectos muy ilusionantes, nos enriquece mucho como centro de supercomputación.
Y con esta visión que tenéis de la red empresarial del resto de España y de Europa, ¿cuál es la peculiaridad que resaltarías de nuestra región?
Sin duda, yo destacaría como una característica propia de Galicia y de otros lugares de España, la gran cantidad de pymes, su diversidad y su atomización. Llevamos mucho tiempo intentando llegar a ellas de manera efectiva y honesta, para explicarles lo que podemos aportar a su dinámica y, aunque lo conseguimos, nos gustaría llegar a más.
¿Cuál crees que es la clave para llegar a ellas y “hablar su idioma”?
Llevamos mucho tiempo diciendo y repitiendo la frase de “hay que digitalizar a las pymes”, a lo que antes llamábamos “informatización”. Pero, sea como sea, siempre ha sido un reto enorme. En CESGA estamos recolectando los frutos de tiempo, años, de formación y trabajo conjunto con confederaciones de empresas, cámaras de comercio, IGAPE, FEUGA… o con vosotros mismos, DATAlife.
Siempre intentamos aglutinar a las pymes, formarlas y explicarles las ventajas de este proceso de digitalización. Les contamos cómo pueden beneficiarse de nuestras infraestructuras y de nuestras herramientas. Para ello es primordial que entiendan desde el primer encuentro que nosotros entramos en sus proyectos como socios, como parte de todo y nos implicamos en ello.
Para fomentar esta confianza siempre firmamos una cláusula de confidencialidad con nuestros clientes y al ecosistema en general les intentamos trasladar nuestra transparencia y lealtad. CESGA, por ejemplo, no compite nunca con la empresa privada. En ocasiones, cuando un cliente se acerca a nosotros y nos pide una herramienta que sabemos que existe en el mercado, directamente les dirigimos a ellos.
“Seguimos intentando mejorar, llegar a más y ayudarles en un proceso necesario e imperativo: la digitalización”
Sin duda lográis inspirar esa confianza, sois una referencia en el mundo de la supercomputación.
Sí, estamos orgullosos del camino que hemos recorrido hasta aquí, pero seguimos intentando mejorar, llegar a más y ayudarles en un proceso necesario e imperativo: la digitalización. Podríamos decir que estamos orgullosos, pero no estamos conformes, tenemos que seguir impulsando este ecosistema digital.
Pero no todas las pymes se digitalizan igual, ¿verdad? ¿Ni al mismo ritmo?
No, claro que no. Ellas saben lo que necesitan mejor que nadie, muchas veces solo necesitan orientación o ponerles nombre a sus requerimientos. Son muy profesionales y capaces, no debemos subestimarlas, son la riqueza de nuestra economía.
Yo podría ponerte muchos ejemplos llamativos. Hemos visitado a empresas que tienen un departamento robotizado y otro departamento sin digitalizar… y no tenemos por qué verlo como algo negativo, les funciona así. Seguirán avanzando en este camino digital, pero en función de sus necesidades.
Mauro, y ¿cuál es vuestra valoración del nivel de digitalización de nuestra región? Es algo que siempre nos gusta preguntar a nuestros asociados porque, cada uno en su área de trabajo, tenéis una idea muy clara y amplia.
Somos una región muy competitiva, muy unida, con muchísimo potencial y en donde se están haciendo muy bien las cosas. No me cabe la menor duda de que somos y seremos un referente. Te pongo ejemplos: a nivel de administración pública somos tremendamente competitivos (incluso pioneros) y tenemos un sector TIC muy cohesionado a través de los clústeres, de las diferentes organizaciones sectoriales o a través de Hub como DATAlife. Pero es que, además, somos un referente mundial tanto a nivel sanitario como de hacienda o educación, áreas en las que fuimos pioneros.
Galicia tiene nombre y presencia en Europa, debemos tenerlo muy claro. Podría citar muchos ejemplos, pero creo que uno de los más significativos es el nivel de desarrollo y digitalización del sector biotecnológico gallego. Por ejemplo, recuerdo con mucho orgullo cuando el reputado Doctor Carracedo reconoció que su labor investigadora, no podría haberse desarrollado sin el papel del CESGA.
Sin duda, tenemos margen de mejora y podemos llevar la digitalización a más ámbitos, pero tenemos que estar orgullosos de lo que somos.
Sin duda, el CESGA ha contribuido mucho a ello, y lo sigue haciendo, para eso habéis fomentado mucho la labor de formación.
Sí, para hacer llegar la supercomputación a las pymes e incluso al mundo TIC y de investigación, tenemos que hacer mucha formación y divulgación. Pero siempre nos ha gustado y entendemos que es parte de nuestra responsabilidad.
Ahora, por ejemplo, con la puesta en marcha de nuestro Supercomputador Finisterrae III, enfocaremos mucha formación en este sentido. Es muy importante para nosotros, ya que multiplica nuestra capacidad de cálculo e incorpora el primer simulador de computación.
Además, es muy importante fomentar la formación de profesionales de alta cualificación en todos los ámbitos de las TIC y nosotros queremos sumar a crear esta base de personal altamente competitivo y conocedor de las herramientas más punteras, en nuestro caso, en computación y comunicación de altas prestaciones.
Contar con un socio como CESGA dentro de DATAlife es un verdadero lujo. Pero desde vuestra perspectiva, ¿qué os ha llevado a sumaros a este Hub de innovación digital?
Nosotros, como socios fundadores de DATAlife, lo tuvimos claro desde el momento inicial. Sois una herramienta imprescindible para fomentar y acelerar este proceso de digitalización del ecosistema. Realmente podría decir que CESGA y DATAlife son socios naturales. Nosotros también somos DATAlife.
Trabajáis con sectores para nosotros completamente claves como el de la biotecnología y os convertís en nuestro altavoz, detectando necesidades en las que podemos ayudar. También nos resulta muy importante que vosotros sois un intermediario, un traductor necesario entre el mundo de la investigación-tecnología-pymes.
Sin duda, sois imprescindibles para hacer entender nuestra labor, para trasladar el mensaje de que la supercomputación es la pieza necesaria para que encajen todas las demás piezas del puzle.