El equipo de DATAlife viajó a Vigo el pasado 10 de octubre para conocer el trabajo que realiza Néboda. Esta empresa nos mostró cómo consiguen cosechar vegetales de gran calidad aplicando los conceptos de la agricultura vertical de interior. Asimismo, pudimos observar cómo optimizan sus procesos productivos aplicando tecnologías de sensorización, robotización, visión artificial y arquitectura de datos.
La visita arrancó en la Universidade de Vigo, con un recorrido por los espacios en los que Néboda tiene su núcleo de I+D, y finalizó en las propias instalaciones de la empresa viguesa, donde cultivan vegetales como albahaca, mostaza o rúcula, entre otros.
Néboda lleva años investigando y experimentando con la agricultura vertical. Han reemplazado la tierra por el cultivo de plantas aromáticas y verduras de hoja con un aporte mínimo de agua y sin fitosanitarios. Cuentan con tanques en los que se recircula el agua, permitiendo que no se pierda nada y ahorrando en su consumo, además de mejorar la sostenibilidad del proceso.
Un método de cultivo eficiente
El método que utilizan para cultivar las plantas es el hidropónico. Emplean disoluciones minerales en lugar de suelo agrícola, por lo que los vegetales reciben una solución nutritiva y equilibrada disuelta en agua, lo que les aporta la alimentación que necesitan en todo momento.
Han conseguido crear un entorno ambiental completamente controlado, manteniendo una temperatura y una humedad óptimas y una regulación constante sobre la luz que precisan las plantas.
Cabe destacar que estos vegetales necesitan una mayor concentración de carbono para su correcto desarrollo. Es por ello que, desde Néboda, ya trabajan en el establecimiento de colaboraciones con otras startups que se dedican a la captura de carbono de la atmósfera para poder canalizarlo hacia sus instalaciones y, allí, enriquecerlo para sus cultivos. Por lo que pueden actuar como sumideros de CO2.
Finalmente, nos hablaron de sus próximos pasos. La empresa viguesa apuesta por la automatización y van a poner en marcha un robot que accederá a cada una de las balsas de cultivo que permitirá realizar un análisis de los parámetros de crecimiento de las plantas. A través de una cámara de visión artificial, el robot tomará imágenes de los cultivos y controlará en tiempo real el estado de los vegetales. Esto permitirá llevar a cabo un seguimiento más eficiente y automatizado, además de una mejor recogida y análisis de los datos.
Los consumidores finales, actualmente, son restaurantes que apuestan por los sabores frescos y potentes que ofrecen estas plantas y que se han conseguido gracias a este novedoso método de cultivo. Por ahora producen a pequeña escala, pero tienen en mente estar presentes en el canal retail a corto plazo.
Mesa sectorial biotecnología
Esta visita formó parte de la mesa que celebramos el 10 de octubre destinada al sector biotecnológico. Estos encuentros entre empresas se enmarcan dentro del proyecto EDIH DATAlife y tienen como objetivo mejorar el conocimiento de las tecnologías y la adopción de estrategias digitales desde un punto de vista sectorial, basado en las necesidades reales de cada ecosistema. Asimismo, ayudamos a las empresas a encontrar proveedores de soluciones digitales.
En esta ocasión, la mesa tuvo como fin conocer el nivel de implantación de tecnologías digitales de las entidades asistentes, en relación con el reto seleccionado en el primer encuentro: Lab 4.0. Esta reunión llevaba implícita la visita a una entidad en la que se pudiese observar la implantación de nuevas tecnologías para mejorar los procesos productivos, por lo que se visitaron las instalaciones de Néboda Farms.
Para poder sacar adelante dichas jornadas, contamos con la colaboración de nuestros socios los clústeres que forman parte del consorcio del proyecto EDIH DATAlife. Bioga, el Clúster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida de Galicia, es el encargado de elaborar, conjuntamente con DATAlife, las mesas orientadas al sector biotecnológico.
El proyecto EDIH DATAlife cuenta con un presupuesto de casi 5,6 millones de euros y está financiado por la Comisión Europea, con fondos DIGITAL EUROPE, y por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, con fondos NextGeneration. Estos nos han permitido desplegar una cartera de servicios para acelerar la transformación digital de las empresas implementando tecnologías disruptivas para aumentar su competitividad.